Hoy, vamos analizar este tipo de marketing, dejando fuera cualquier tipo de ideología, con el fin de señalar cuales son los principales errores y aciertos que han cometido estos partidos en sus campañas más recientes.
Una de las primeras tareas a realizar sería conocer cual es nuestro mercado, es decir, quienes son nuestros electores y como puedo llegar a ellos. Una vez analizado quién es nuestro target, deberíamos analizar quién es el mercado de la competencia. Normalmente asociamos cada partido político con una tipo de votante. Por ejemplo, el votante del Partido Popular está socialmente relacionado con una persona de edad superior a los 30 años, con unos niveles de ingresos altos y educados en la religión cristiana. Mientras que por otro lado, el votante de Podemos está más asociado con personas jóvenes, con unos ingresos medios bajos y de un pensamiento contrario a la religión cristiana.
Sin embargo, es más que sorprendente cuando vemos estos tópicos romperse por completo al conocer cuales han sido los candidatos elegidos por parte de personas de nuestro entorno, como amigos o familiares, o personajes públicos que deciden hacer pública su elección, chocando completamente con lo que la mayor parte de la sociedad hubiese imaginado. Por esta razón, es tan importante en política, y más en la actualidad, conseguir llegar a todos y cada uno de los votantes.
Desde mi punto de vista un ejemplo claro de una buena campaña política, fue la que presento Ciudadanos en las elecciones autonómicas de 2006. El cartel de esta campaña mostraba a su líder, Albert Rivera, desnudo bajo el lema de "Sólo nos importan las personas". Una campaña que mostraba a un partido nuevo, sin estereotipos abierto a todos los votantes y preocupados por todo tipo de personas.
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