En el mundo de la comida rápida es de una importancia altísima el papel que desempeñan las franquicias. Las franquicias son un tipo de canal de distribución en el cual los franquiciados son embajadores de una marca y por lo tanto tienen derecho a usar esta marca o producto, que ya tiene un prestigio, a cambio de una serie de compromisos por ambas partes. Dos de la empresas más importantes dentro del mundo de las franquicias son: McDonald's y Subway
En la actualidad, Subway es la franquicia número uno en el sector de la comida rápida. Subway cuenta con más de 44.000 franquicias repartidas en todo el mundo. Como veremos que ocurre con McDonald's, Subway es una marca consolidada y conocida en todo el mundo que otorga un importante prestigio a los franquiciados.
La inversión para abrir una franquicia de Subway ronda los 13.000 euros y los royalties, un pago que se realiza a la franquiciadora a cambio del uso de su marca, son del 8%. Además la duración del contrato, como en la mayoria de estos tipos de empresas, es de 20 años.

McDonald’s ofrece un prestigio inmediato y una importante notoriedad, una información teórica y práctica durante un período de 12 meses, en el que aprendes el Know-how del negocio, campañas de promoción nacionales y un control total del producto, para así obtener el mismo sabor en todos sus puntos de venta.
La franquicia, por su
parte, se compromete al pago de un canon inicial de 900.000 euros, pagar unos
royalties inferiores a los de Subway, concretamente del 5%, y conservar la buena imagen de la marca, debido a que el
franquiciado debe tener una importante experiencia profesional y unos sólidos
antecedentes comerciales. La duración máxima del contrato es de 20 años y hay
que pasar un exigente proceso de selección.
McDonald’s cuenta en
España con 461 restaurantes, de los cuales un 80% están gestionados en régimen
de franquicia. McDonald’s España proporciona el local y realiza la inversión en
construcción.
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